Compartimos algunas ideas del texto de Lucila Caranta “La terceridad del no saber”, testimonio de una acompañante; un aporte para seguir pensando el trabajo en equipo:
“…me surge la pregunta ¿qué es lo que necesitamos para poder ofertar? Hacemos uso del ir bordeando, de los rodeos, y fundamentalmente de la multiplicidad de actores (…)El poder contar con un tercero (mi supervisora, coordinadora pedagógica, equipo de conducción, familia, escuela) me permitió ir tomando un poco de distancia frente a aquello que sucedida, que venía del orden de lo imposible. Frente a esto comencé a ofrecerme como “terceridad”, entre la madre y el niño, entre el niño y el jardín, pudiendo retomar algunas actividades que se ofrecen en lo grupal, en la escena colectiva. Al contar con el equipo, pude ir tomando un poco de distancia para enfocarme en conocer la particularidad del niño, ver qué necesitaba él, cómo se enlazaba en la escena colectiva y de este modo apostar a posibles maniobras frente a lo que aparecía”
Ilustración: Istvansch